Curso de iniciación a la astronomía

La SMA, motivada por el elevado número de nuevos socios que han ingresado en la Sociedad durante los últimos meses, ha llevado a cabo un breve curso de iniciación a la astronomía. Y es que cada vez son más las personas que se sienten atraídas por ese asombroso espectáculo de la naturaleza que es el cielo nocturno, y que nos es sustraído cada noche por la creciente contaminación lumínica de nuestras ciudades. El curso no tenía más objetivo que el de proporcionar un primer contacto con esta materia que, para algunos es profesión y objeto de estudio, y para otros un hobby o una forma de expresión. Pero todos los aficionados la viven con pasión estremeciéndose al contemplar ese abismo infinito y misterioso del que procedemos. El curso se desarrolló en dos sesiones: una teórica en los salones de la Sociedad el día 26 de julio, y otra práctica en el Observatorio del Torcal el sábado 31.

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La dirección del curso corrió a cargo de Rosa López, quien contó con la colaboración de Eduardo Martínez y Alberto Castellón. En la sesión teórica del martes se repartió a cada alumno una carpeta conteniendo apuntes, cartas y propuestas de ejercicios para la observación del sábado. Ese día se siguió un programa elemental en el que se comenzó explicando cómo funciona el cielo, cómo se ve desde la Tierra, cómo cambia a lo largo del año o dependiendo del lugar de observación, así como los conceptos básicos de astronomía de posición: coordenadas horizontales, eclíptica, coordenadas ecuatoriales, etcétera.

A continuación se habló de los distintos tipos de telescopios y monturas y se realizó un breve paseo fotográfico-descriptivo por la variada fauna de objetos que pueblan el cosmos: asteroides, cometas, nebulosas, cúmulos, galaxias… Repartidos planisferios entre los asistentes, se instruyó acerca de su uso y de la información que puede extraerse de ellos. Por último, se dieron los consejos imprescindibles que hay que seguir para una observación astronómica, al tiempo que se encargaron «deberes» para llevar hechos para la siguiente sesión. Los matriculados no se cortaron a la hora de formular preguntas, mostrando su indudable interés por aprovechar el curso.

Ya el sábado 31, en El Torcal, se usó un reflector Newton de 8” sobre montura ecuatorial sin motorizar para mostrar el montaje y manejo de un telescopio. Algunos de los matriculados llevaron sus propios equipos al objeto de que se les instruyera sobre cómo usarlos. Al anochecer, los asistentes pudieron realizar con él prácticas de búsqueda de objetos de cielo profundo como el cúmulo globular M22, las nebulosas Dumbbell y Omega, el doble de Perseo, etcétera. Un buen rato se estuvo contemplando el cielo a ojo desnudo, reconociendo estrellas y constelaciones así como aprendiendo los trucos habituales para orientarse. Para esa noche no estaba previsto ningún paso de la Estación Espacial Internacional, pero sí el de un par de satélites Iridium. El primero dio un flash de magnitud -2. El segundo, ya al filo de la medianoche, otro deslumbrante de ¡magnitud -7!

Hay que mencionar también que dos de nuestros socios, Rosa López y Plácido Toval, tomaron las 500 medidas del brillo de fondo del cielo que se precisan para la ficha NIXNOX del lugar.

Hizo bastante viento, lo que obligó a suspender las sesiones de astrofotografía que algunos socios pensaban llevar a cabo con sus equipos. Sin embargo ello propició un cielo muy despejado en el que destacaron decenas de estrellas fugaces que mantuvieron un THZ muy elevado. Recuérdese que coincidían los máximos de dos lluvias, el de las alfa capricórnidas y el de las etha acuáridas. También se vieron tres impresionantes bólidos cuyas estelas perduraron varios segundos sin desvanecerse.

Entre tanta actividad celeste y una temperatura bastante agradable, pues siempre es agradable vestir un chaquetón en pleno verano se estuvo utilizando para la observación el telescopio apocromático de 115mm que se había preparado para la fotografía. La sesión culminó con una maravillosa galaxia M31 y, sobre todo, con el planeta Júpiter. Cuando este se separó 20º del horizonte, se mostró en todos sus detalles a través del Dobson de 16” que el Director del Observatorio del Torcal, nuestro Vicepresidente Francisco Gálvez, tenía montado.

En fin, fue una noche espléndida. Quienes siguieron el curso, manifestaron su plena satisfacción por la experiencia, quedando, como suele suceder, a la espera de la siguiente sesión de observación.