Los cinco últimos años del milenio han visto crecer a la SMA tanto en número de socios como en actividades, Al igual que fue creciendo en etapas anteriores. Hemos conseguido estrechar lazos entre los socios y la sociedad, gracias a la web de la Sociedad, que vio la luz el 27 de noviembre de 1997 y a la reaparición del boletín informativo, cuyo primer número, en su segunda etapa, aparece en Octubre del 98. Gracias a estos dos medios, y a las cartas que la Secretaría manda a los socios, hemos conseguido mantener un diálogo mayor con el resto de socios y un nuevo impulso. Gracias a este impulso, hemos acometido con más ilusión si cabía eventos de gran importancia. Quizás, el más notable de ellos sea la expedición a Hungría para el estudio del Eclipse total de Sol del 11 de Agosto del 99. Los socios pudieron leer en el boletín las aventuras y desventuras de nuestra intrépida expedición. Los socios que quedaron en Málaga, también consiguieron el mayor éxito de público jamás logrado por la SMA en una observación de puertas abiertas. En el Paseo Marítimo de Málaga logramos reunir a más de mil personas que observaron el eclipse con nuestro instrumental y nuestras caseras, pero seguras, “gafas” de milar. Tampoco quedó atrás la observación organizada con motivo del eclipse parcial de Sol del 97 en Puerto Marina (Benalmádena).
Los maratones Messier también se han convertido ya en costumbre, y no podemos olvidar el de Marzo de 1999, al cual acudieron gran cantidad de socios y no socios. Fue un espectáculo que estamos ansiosos por volver a repetir. Aunque ya que hablamos de espectáculo, no podemos dejar de nombrar las Leónidas del 17 de Noviembre de 1999. Fue una lluvia de estrellas de las de libro. Simplemente impresionante, tal como se había predicho. No se si volveré a ver algo parecido, pero después de aquel día, me doy por contento.
Los cometas también venían este final de milenio con gran cantidad de sorpresas. Todos recordamos en el cielo esa impresionante masa de luz que imprimía el Hale Bopp o el Hiakutake. También despertó nuestra curiosidad el tren cometario que impactó en Júpiter, el Chumaker-Levy. El último en aparcer fue el Linear en el año 2.000.
También estos años hemos organizado visitas a lugares de interés. Fuimos a Montilla (Córdoba), donde nuestro socio Paco Márquez nos cedió su casa de campo para realizar una buena observación. Es de destacar los panqueques con los que nos deleitó para desayunar. También fuimos a Calar Alto (Almería), donde pudimos ver el observatorio Hispano-Alemán y sus telescopios. Gracias a nuestro socio Isidro Almendros, también tuvimos el placer de visitar Cástaras, un pueblo de la Alpujarra granadina por donde no parece pasar el tiempo. Allí organizamos el I y II encuentro Astronómico en Cástaras, en Abril del 99 y en Mayo del 2000. Aunque los que más suerte tuvieron fueron los que pudieron ir a las tres Jornadas Estatales de Astronomía organizadas en estos años. La de Tenerife, la de Gijón y la de León. Si queréis deleitaros con las historias que allí acontecieron, preguntad a Gonzalo Carreras, que estuvo en las tres.
Tan importante como las actividades para los socios, son las actividades organizadas para el público. Divulgar el conocimiento de la Astronomía es la principal misión de esta asociación. Pudimos cumplir con esta misión en Ibernatura en Marzo del 97. Posteriormente, en el mismo año, iniciamos un acuerdo con el Ayuntamiento de Benalmadena, es lo que se dio en llamar “Programa de Astronomía en Benalmadena”. Al año siguiente, y también mediante un acuerdo con la Junta de Distrito Este en Málaga, iniciamos el “Programa de Astronomía en el distrito Este”. En ambos programas, tuvimos la ocasión de divulgar mediante el planetario de la SMA la Astronomía en colegios e institutos, así como desarrollar conferencias.
Lo que sin duda queda en la memoria de todos los socios, son las reformas del local que comienzan en Mayo y terminan en Diciembre del año 99. Lo peor llegó después. Recuerdo los fines de semana pintando, y arreglando nuestro local. Fue un gran esfuerzo, pero valió la pena. También en el año 99, adquirimos el ordenador de la sociedad así como unos prismáticos 20×80 (con trípode, claro) que ha hecho las delicias de los socios en las observaciones. Estos años, han marcado también el cambio del lugar de observación, que pasó del Cerro del Aguila a los Montes de Málaga. Un emplazamiento cercano y con un buen cielo.
Seguramente, en años venideros, veremos como la asociación crece, como conseguimos nuevos materiales, nuevos hitos y sobre todo, conseguimos el tan ansiado ¡¡¡observatorio astronómico!!!. Hasta entonces, seguiremos disfrutando juntos de una pasión común: La Astronomía.