Se acerca la lluvia anual de meteoros de las Perseidas y la fase de la Luna este año permitirá su observación sobre todo a partir de las 12 de la noche del máximo. La Sociedad Malagueña de Astronomía que contará con la colaboración de la Sociedad Excursionista de Málaga organizará un avistamiento público de las Perseidas desde los Montes de Málaga el día 12 de agosto de 22:30 a 00:30 horas.
Se acerca la lluvia anual de meteoros de las Perseidas y la fase de la Luna este año permitirá su observación sobre todo a partir de las 12 de la noche del máximo. La Sociedad Malagueña de Astronomía que contará con la colaboración de la Sociedad Excursionista de Málaga organizará un avistamiento público de las Perseidas desde los Montes de Málaga el día 12 de agosto de 22:30 a 00:30 horas.
Cómo llegar: Subiendo por la carretera de Los Montes (antiguo Camino del Colmenar) y 1.500m más allá del cruce con la carretera de Olías (siempre en dirección Colmenar), sale un carril forestal a la izquierda. Está señalado como «ruta senderista» y por él se llega hasta el Cerro del Viento. Después de unos 300m cuesta arriba, el camino desciende en suaves curvas durante 700m hasta el lugar de observación. Coordenadas del lugar: 36°50’39,45″ N 4°21’27,30″ O. VER MAPA
La lluvia empieza suavemente a mediados de julio, cuando la Tierra entra en los confines de una nube de desechos dejados por el cometa 109P/Swift-Tuttle. Meteoritos del tamaño del polvo atravesarán la atmósfera dejando ver las llamadas estrellas fugaces sobre el cielo nocturno. Al principio serán pocas hasta llegar a ser muy numerosos el 12 de agosto, cuando la lluvia alcanza su máximo, viéndose docenas y posiblemente hasta cientos de meteoros por hora.
Este es un buen año para observar las Perseidas, ya que la Luna a 3 días del cuarto creciente se oculta por el horizonte oeste poco antes de las 12 de la noche, mientras que por el noreste emerge la constelación de Perseo de la que parecen surgir los meteoros en todas direcciones a una velocidad de 60 km/s. Esto es debido al efecto de perspectiva cónica, ya que las trayectorias de los meteoros son paralelas. El efecto es semejante a mirar las vías del tren, que siendo paralelas parecen unirse en un único punto en la lejanía.
Este año no se espera, según los cálculos, una inusual lluvia con picos altos de actividad, pero si las predicciones son correctas, la Tierra atravesará la zona más activa del tubo meteórico entre las 15:15 horas de la tarde del día 12 de agosto a las 3:45 de la madrugada. Esto producirá una ráfaga de meteoros débiles sobre Europa y Asia. Los observadores podrán ver «hasta 120 meteoros por hora» pero para ello es necesario alejarse de las luces de las ciudades ya que la contaminación lumínica reduce la calidad del cielo nocturno.
Las Perseidas se pueden observar mejor desde latitudes septentrionales, debido a que la órbita del cometa Swift-Tuttle es inclinada y el polvo cae sobre el hemisferio norte de la Tierra. Durante las horas antes del amanecer del martes 13 de agosto se podrá ver el «pico tradicional de las Perseidas» causado por el polvo más antiguo del cometa Swift-Tuttle. Por este motivo para los observadores aficionados seguidores de estas lluvias se recomienda empezar a observarlas a las 2 de la mañana, tumbado en el suelo en un saco de dormir, con la punta de los pies apuntando hacia el noreste y pronto podrá observar meteoros cruzando la Vía Láctea… Un buen centro de visión es en la constelación de Pegaso.
Durante el máximo de las perseidas existen además 10 radiantes activos, casi todos del complejo de lluvias de las Acuáridas y Capricórnidas, que amenizarán el espectáculo.
El polvo proveniente del cometa Swift-Tuttle impacta a la Tierra. ¿Qué sucede con el cometa en sí? Los astrónomos estadounidenses Lewis Swift y Horace Tuttle, trabajando independientemente, descubrieron el cometa en 1862 y observaron la oleada del filamento el 11 de agosto. Tres años después, Giovanni Schiaparelli (famoso por los «canales» de Marte) se dio cuenta que el cometa era el origen de los meteoros Perseidas. Schiaparelli entendió que el cometa podría pasar cerca de la Tierra, pero en esa época nadie se preocupaba por estos asuntos.
La idea de que cometas y asteroides pueden amenazar nuestro planeta no fue ampliamente aceptada sino hasta la década de los años ochenta. Más tarde, los astrónomos empezaron a preocuparse. El cometa Swift-Tuttle es grande, más o menos del mismo tamaño del asteroide que hizo desaparecer a los dinosaurios hace 65 millones de años, y recientemente, desde el año 1992, parecía que el cometa Swift-Tuttle podría chocar con la Tierra en el año 2126. Nuevos datos y cálculos comprueban que no existe peligro de una colisión, al menos durante un milenio, o probablemente más.